Una norma destinada a proteger a los estudiantes LGBT de la discriminación en entornos educativos está temporalmente suspendida en 26 estados de Estados Unidos.
Esta regulación, esencial para prevenir la discriminación basada en la identidad de género, se encuentra en un limbo a la espera de que la Corte Suprema de Estados Unidos decida si puede implementarse.
El silencio de la Corte Suprema
Los esfuerzos de la administración de Biden para que la Corte Suprema anule las medidas cautelares de los tribunales inferiores aún no han dado fruto.
Estas medidas cautelares impiden que la norma sea implementada en diez estados gobernados por administraciones republicanas que se oponen a ella, y dejan a la norma con un destino incierto mientras los procedimientos legales se siguen prolongando.
Aplicación irregular de la norma
Debido a las disputas legales en curso, la aplicación de la norma es inconsistente a lo largo del país.
El Departamento de Educación actualmente puede aplicar esta norma en solo 24 de los 50 estados. Introducida en abril, la norma busca ampliar las protecciones de la ley Title IX de Estados Unidos que prohíbe la discriminación sexual en escuelas financiadas con fondos federales.
El Departamento de Educación se mantiene firme
“Continuaremos luchando por cada estudiante”, dijo un portavoz del Departamento de Educación.
Este compromiso con respetar las regulaciones de la ley Title IX resalta la dedicación del Departamento de Educación a superar obstáculos legales para asegurar que las protecciones alcancen a todos los estudiantes del país.
Desafíos legales
La gestión de Biden no se rinde, sino que acudió a la orientación de la Corte Suprema para afrontar las demandas presentadas por varios estados como Luisiana, Misisipi e Idaho, entre otros.
Estos estados presentaron una oposición legal significativa que el equipo de Biden intenta afrontar con sus mayores esfuerzos.
¿Qué significa discriminación en este caso?
Uno de los esfuerzos más importantes de la gestión del presidente es aclarar que la discriminación “basada en el género” también consiste en discriminación por orientación sexual e identidad de género, y que debería estar establecido explícitamente.
Esta definición esclarecida es crucial para el objetivo de la administración de Biden de asegurar la equidad educativa y prevenir la discriminación.
Crítica de varios estados
La norma se encontró con una gran resistencia.
Los críticos de la misma argumentan que exige demasiados cambios repentinos al obligar a las escuelas a ofrecer baños y vestuarios basados en la identidad de género y al exigirle al personal que se refieran a los estudiantes con los pronombres que ellos elijan. Todo esto desató un debate complicado sobre el papel de las regulaciones federales en la educación.
Preocupaciones sobre inseguridad toman el foco en el debate
La Fiscal General de Luisiana, Liz Murrill, expresó su profunda preocupación al cuestionar la norma por imponer “una agenda política” a expensas de “riesgos de seguridad que enfrentarían las mujeres jóvenes” en las instituciones educativas de Luisiana y a nivel nacional.
Los comentarios de Murrill reflejan la naturaleza emocional y polémica del debate, y subrayan el impacto divisivo que tiene la norma en las comunidades y los responsables de crear e implementar políticas nuevas.
Una victoria efímera
Si bien la norma fue temporalmente aplicada en estados como Alabama y Florida, la pequeña victoria resultó breve ya que la Corte de Apelaciones de Estados Unidos para el Undécimo Circuito rápidamente pausó su implementación.
Este vaivén judicial confirma la incertidumbre continua en torno al futuro de la norma.
Más allá de las cuestiones LGBT
Esta norma no solo busca proteger a los estudiantes LGBT.
También pretende reforzar las protecciones para las estudiantes embarazadas, y para padres y tutores, lo cual demuestra un enfoque integral para combatir la discriminación en la educación según la ley Title IX.
Respaldo de los precedentes de la Corte Suprema
La administración de Biden argumenta que la norma es una extensión natural de la decisión de la Corte Suprema de 2020, que reconoció que las leyes contra la discriminación sexual en el lugar de trabajo también protegen a las personas contra la discriminación por orientación sexual e identidad de género.
Este precedente juega un papel clave en los argumentos legales actuales a favor de la norma.
Momentos decisivos por delante
La Corte Suprema revisará las decisiones clave de algunos jueces de distrito que afirman que las protecciones de la ley Title IX están limitadas al sexo “biológico”.
Los resultados de estas revisiones influirán significativamente en el panorama de la política educativa y los derechos de las personas transgénero en todo Estados Unidos, y preparará al país para fallos trascendentales sobre estos temas cruciales.